Conforme iba pasando el tiempo los espectadores comenzaron a ver que era un recorrido demasiado duro para aquellas ranitas, y empezaron a dudar que alguna lo consiguiera. - No van a poder!, No serán capaces, es demasiado para ellas! decían con decepción. Y como pudieron predecir, las ranitas fueron abandonando poco a poco, de tantas que se habían animado, ya no quedaba ni un tercio de ellas, y todavía quedaba un largo trayecto.Después de un tiempo, ya sólo quedaba una rana, ella seguía con mucho ánimo y saben qué? LO LOGRÓ!! cruzó la meta!! Todo el mundo estaba muy asombrado! Fueron y le preguntaron a aquella rana que cómo lo había conseguido, y se dieron cuenta de que era sorda. Sí era sorda!!, y con suerte no había oído las expectativas de fracaso que tenían todos.
Tenemos miles de sueños que no hacemos realidad precisamente por lo que nos digan o piensen los demás. Quizás deberíamos actuar en más de una ocasión como aquella ranita sorda...
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