Adiós a mis falsas creencias que hacían que juzgase antes de conocer, a mi larga lista de convicciones universales, pues me he dado cuenta que no eran más que una nube de absurdos tópicos.
Hoy le digo adiós a mis lamentos y preocupaciones, me despido del pasado y del futuro, pues son dos intrusos que nos quieren
arrebatar la vida, la vida que nos brinda el presente.
Adiós a mis caprichos de cómo deberían haber sido las cosas o como me gustaría que fuesen.
Adiós a mi esclavitud ante la perfección de la huraña sociedad.
Hoy comienzo a sentirme libre, me valgo de los ojos de mi corazón que me dictan el camino por donde he de seguir.
Hoy comienzo a disfrutar la belleza de cada momento, hoy confío en mí y en mis posibilidades.
Hoy emprendo mi verdadero camino.
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