Érase una vez una ostra que viajaba y viajaba en busca de una perla, recorrió mares y océanos y cada vez más desfallecida iba perdiendo la esperanza, hasta que un día se dio cuenta que aquello que tanto ansiaba encontrar no estaba en ningún otro lugar que no fuera dentro de sí misma. Es así como nuestra ostra comprendió que lo único que tenía que hacer era tener paciencia para que en ella, se fuera forjando una deslumbrante y sublime perla.En busca de la perla
Érase una vez una ostra que viajaba y viajaba en busca de una perla, recorrió mares y océanos y cada vez más desfallecida iba perdiendo la esperanza, hasta que un día se dio cuenta que aquello que tanto ansiaba encontrar no estaba en ningún otro lugar que no fuera dentro de sí misma. Es así como nuestra ostra comprendió que lo único que tenía que hacer era tener paciencia para que en ella, se fuera forjando una deslumbrante y sublime perla.
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