Quien dijo que equivocarse fuera malo?, equivocarse, errar, fallar, sirven para hacer una pausa en el camino, ese instante en el que nos hemos tropezado es como una llamada de atención que nos dice: ¡Atento, mira a tu alrededor hay algo que estás dejando pasar por alto!. Equivocarse sirve para volver a empezar de nuevo, adoptar otra perspectiva, aportar aire nuevo a nuestros proyectos y también sirve para saber que dirección no escoger.

A veces por miedo a equivocarnos, nos paralizamos y no hacemos realmente lo que queremos, consultamos con los demás, consultamos el horóscopo de las revistas, lanzamos una moneda, etc. (por no nombrar algunas otras muchas tonterías) confiando más en cualquier opinión/hecho externo que en nuestros propios impulsos o criterios y la verdad es que nada de eso va a valer, por mucho que nos asesoren no hay nada mejor que escucharnos a nosotros mismos, dejarnos guiar por nuestra intuición y confiar, a veces hay que lanzarse al vacío para aprender a volar.Y si nos equivocamos ¿qué hay de malo?, quizás es lo que necesitemos, aprender de nuestra experiencia, porque las equivocaciones son las mejores enseñanzas.
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